Nuestra Historia
Corría el primero de noviembre del año del Señor de 1943 cuando, movidos por un mismo latido de fe y gratitud, un puñado de hombres de Villanueva del Río y Minas se congregaron en torno a don Rafael Gómez Blanco. Su propósito no era otro que rendir honor y culto a la celestial protectora de la villa, Santa Bárbara, patrona de los mineros y amparo en las tormentas del alma y del cielo. Así nació, como chispa en la hulla encendida, la Fervorosa Hermandad de Santa Bárbara.
Con fervor unánime, se constituyó la primera Junta de Gobierno:
- Hermano Mayor: Antonio Sánchez Nieves de León.
- Segundo Hermano Mayor: José Pérez Liñán.
- Secretario: Antonio Saldaña Baena.
- Tesorero: Julio Carballo Naranjo.
- Vocales: Francisco Castillo Risquet.
Manuel Cuenca Barrera.
Juan del Río y Ríos.
Antonio García López.
Juan Lora Barrera.
José Yélamos del Río.
Juan Borrás Fernández.
Inspirados por la idea de levantar un santuario que diera cobijo a la imagen bendita de la Santa, fijaron su mirada en el Cerro de la Encarnación, lugar elevado como los corazones que le rezaban. Y fue don Manuel Martínez de Pinillos quien, en generoso acto fechado el 11 de noviembre, donó los terrenos que acogerían la ermita. Por tal muestra de amor, fue nombrado Presidente de Honor. Poco después, el 26 de noviembre, se colocó la primera piedra del templo en una ceremonia que aún pervive en las voces de los mayores.
El 21 de mayo de 1944 amaneció con campanas de júbilo: la imagen de Santa Bárbara, esculpida y policromada con manos de arte y devoción por don Antonio García López, “El Pilongo”, fue bendecida al alba. Y ese mismo día, como quien inaugura un camino que jamás se pierde, se celebró la primera romería.
Desde entonces, su nombre se hizo eco en los tajos, los hogares y los corazones. En 1946, con la aprobación de los estatutos y su presentación ante el Arzobispado de Sevilla, la Hermandad se dotó de forma canónica, afianzando su existencia no solo en la tierra, sino también en la Iglesia.
Pero no todo fue júbilo. Con el cierre de las minas, entre los años 1972 y 1977, se abatió sobre la Hermandad —y sobre el pueblo entero— una sombra de tristeza. El santuario, alzado con tanto esfuerzo por los propios hermanos, con sus manos y en sus días libres, fue devuelto a sus antiguos propietarios.
La imagen de la Santa encontró entonces un nuevo hogar en el barrio de San Fernando, en una humilde capilla cedida por la familia Thiery, que desde entonces se convirtió en su nueva ermita.
Pasada la tormenta, volvió la luz. El fervor, nunca extinguido, brotó con renovado esplendor. La devoción a Santa Bárbara floreció de nuevo entre los hijos del carbón, que acuden sin cesar a su ermita, ya sea por promesa o necesidad, por gratitud o anhelo. Ella es faro, consuelo, madre y estandarte.
Hoy la Hermandad acoge hermanos no sólo de Villanueva del Río y Minas, sino de muchos otros lugares, extendiendo la llama viva de la fe más allá de las fronteras del pueblo. Su propósito sigue intacto: encarnar las virtudes cristianas de la Santa y ser portadora de su ejemplo luminoso en estos tiempos inciertos.
Y como signo de esa fidelidad perpetua, el 13 de octubre de 2021, el Excelentísimo Ayuntamiento de la villa elevó a Santa Bárbara al título de Alcaldesa Perpetua, distinción que le fue solemnemente entregada, con bastón de mando incluido, el 4 de diciembre de 2022, día de su onomástica.
Desde entonces, y por siempre, Villanueva del Río y Minas no camina sola: la guía el brazo celeste de Santa Bárbara, que, desde su ermita, vela por sus hijos con la misma ternura con la que los hombres levantaron su primer santuario, con fe, sudor y esperanza.
*Imagenes extraídas de minerosporelmundo.blogspot.com/
PLEGARIA LXXV ANIVERSARIO
"Parece que fue ayer
y han pasado ya, 75 primaveras
con todo su arte, Pilongo a tí te talló
en la madera.
Cuantos caminos, caminos has pisado
caminos de ida y vuelta
acompañada de los romeros
al lado de tu carreta
son los mismos pinares
con más años y más solera
Pero allá en el Parroso te quedaste sin tus palmeras
pero te quedan tus hijos
hijos de los viejos mineros
que te siguen cada año
por caminos y senderos
Te cantaremos la salve,
se romperán las gargantas
cuando estés en la cancela
entre bailes por sevillanas
Tres rosas como símbolo eterno
él te ponía a tus plantas
tres rosas rojas, todo un emblema
de fe, amor y esperanza.
¿Quien sería el extraño jardinero
que con tanto amor y mimo te cuidara?
Son ya 75 primaveras
y aun, las tienes a tus plantas.
75 años han pasado,
de aquel bonito y glorioso día.
Tu eres nuestra Patrona
Santa Bárbara...
Santa Bárbara Bendita...".
Juan Pino Fernández